La literatura ayuda a entender mejor la vida, señaló.
A través de un discurso de aproximadamente 50 minutos en el cual concentró profundas, bellas y emotivas reflexiones sobre su vida, la familia, los lugares donde vivió o que fue conociendo, las novelas, los cuentos, los poemas, la dramaturgia y la política, Mario Vargas Llosa aceptó el Premio Nobel de Literatura que le será conferido oficialmente este viernes 10 en el salón de los Conciertos de Estocolmo, Suecia, de manos del rey Carlos Gustavo.
El acto contó con la presencia de más de 200 personas, entre las que se encontraban la familia y amigos cercanos del escritor, personalidades públicas como el ministro de la Cultura Juan Ossio, la Defensora del Pueblo Beatriz Merino, el emisario presidencial Fernando de Szyszlo, y otros.
La patria
Durante su alocución, Mario Vargas Llosa hizo varias referencias a su patria de origen exaltándola como “un pequeño formato del mundo entero” y, recordando a José María Arguedas, suscribió que somos un país de “todas las sangres”.
“Al Perú yo lo llevo en las entrañas porque en él nací, crecí, me formé, y viví aquellas experiencias de niñez y juventud que modelaron mi personalidad, fraguaron mi vocación, y porque allí amé, odié, gocé, sufrí y soñé”, enfatizó Vargas Llosa.
Agregó que lo que ocurre en el Perú le afecta, conmueve y exaspera más que lo que sucede en otras partes. “No lo he buscado ni me lo he impuesto, simplemente es así”, dijo, abordando después los tiempos del régimen de Alberto Fujimori en los cuales fue acusado de traidor a la patria y estuvo a punto de perder la ciudadanía.
Dictaduras
El laureado escritor fustigó en su discurso a las dictaduras en América y el mundo. “Como decía el verso de César Vallejo: “Hay, hermanos muchísimo que hacer””, dijo.
“Padecemos menos dictaduras que antaño, solo Cuba y su candidata a secundarla, Venezuela, y algunas seudo democracias populistas y payasas, como las de Bolivia y Nicaragua”afirmó.
Comunidades indígenas
Sobre el tema de las comunidades indígenas, Vargas Llosa afirmó que “desde hace dos siglos la emancipación de los indígenas es una responsabilidad exclusivamente nuestra y la hemos incumplido. Ella sigue siendo una asignatura pendiente en toda América Latina. No hay una sola excepción a este oprobio y vergüenza”, enfatizó.
Fanatismo
De otro lado, Vargas Llosa señaló que “como todas las épocas han tenido sus espantos, la nuestra es la de los fanáticos (…). Nuevas formas de barbarie proliferan atizadas por el fanatismo y con la multiplicación de armas de destrucción masiva”.
Los maestros
Vargas Llosa intituló la disertación como “Elogio de la lectura y la ficción”, a través de la que hizo un repaso de sus experiencias con libros y autores. “La literatura es una representación falaz de la vida que, sin embargo, nos ayuda a entenderla mejor, a orientarnos por el laberinto en el que nacimos, transcurrimos y morimos”, dijo.
“Flaubert –añadió Vargas Llosa– me enseñó que el talento es una disciplina tenaz y una larga paciencia. Faulkner, que es la forma lo que engrandece o empobrece los temas. Martorell, Cervantes, Dickens, Balzac, Tolstoi, Conrad, Thomas Mann, que el número y la ambición son tan importantes en una novela como la destreza estilística y la estrategia narrativa. Sartre, que las palabras son actos y que una novela, una obra de teatro, un ensayo comprometidos con la actualidad y las mejores opciones pueden cambiar el curso de la historia. Camus y Orwell, que una literatura desprovista de moral es inhumana y Malraux que el heroísmo y la épica cabían en la actualidad tanto como en el tiempo de los argonautas, la Odisea y la Ilíada”.
Fuente:
http://www.expreso.com.pe/edicion/index.php?option=com_content&task=view&id=123660&Itemid=32
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