El escritor peruano Mario Vargas Llosa, habla en una librería en Estocolmo el 9 de diciembre de 2010 .

El escritor peruano Mario Vargas Llosa, habla en una librería en Estocolmo el 9 de diciembre de 2010 .

El escritor peruano Mario Vargas Llosa, que cree que la educación "debe crear lectores ávidos, inquietos", pasó su último día antes de recibir el premio Nobel de Literatura 2010 con chicos de una escuela de Estocolmo, de una veintena de nacionalidades y lenguas.

En la biblioteca de la escuela de Rinkebya -un barrio a una media hora del lujoso Grand Hotel, donde se alojan los galardonados con los Premios Nobel y sus invitados- el escritor peruano de 74 años enseñó y fue enseñado.

Vestido de traje oscuro, con una bufanda gris al cuello, un tanto afónico y con un aire un poco más cansado que cuando llegó a la capital sueca, Vargas Llosa escuchó a los alumnos explicarle quién fue Alfred Nobel, el inventor de la dinamita, que acumuló una gran fortuna y "decidió dejarla a los benefactores de la humanidad".

En la biblioteca adornada con estrellas navideñas, el Premio Nobel de Literatura, que está desde el domingo en Estocolmo, preparándose para la ceremonia del viernes, vio a los chicos y chicas representar una escena basada en una de sus obras, "El Hablador" y escuchó poemas y la canción "Santa Lucía", interpretada en sueco.

El escritor nacionalizado español insistió ante los adolescentes en lo que ha sido un tema recurrente en sus intervenciones en Estocolmo: la lectura como un acto que ayuda a vivir, una aventura que enriquece, que divierte, que nos hace más libres, más críticos y que ayuda a "superar diferencias de cultura, lengua, religión"

"Los libros son puentes", dijo a los jóvenes Vargas Llosa, que parecía muy a gusto compartiendo con la juventud, y los adolescentes de Asia, África, América Latina, parecían sentirse igualmente a gusto con el Premio Nobel.

Esta escuela es como una Naciones Unidas en pequeño, exclamó Vargas Llosa, antes de partir. Y dejó detrás a jóvenes que quizá tomarán ahora más fácilmente en sus manos un libro de él, o de otro escritor. Así dijo Alex Anaya, un salvadoreño, que contó que ya conocía a Vargas Llosa, antes de que se ganara el Nobel.

Pero muchos de sus compañeros, no sabían quien era el Premio Nobel de Literatura 2010, antes de la visita. No sabían que era peruano, ni porqué se había ganado el Nobel. Tampoco podían decir el título de sus novelas.

Luego, por la noche, el autor de "La Guerra del fin del mundo" y "La Fiesta del Chivo" acudió a un homenaje en su honor en el hermoso museo de la Danza de Estocolmo, al que asistieron un centenar de amigos y familiares que viajaron con el escritor , así como el ministro de Cultura peruano, Juan Ossio.

El Premio Nobel de Literatura 2010 participará en la mañana del viernes en el ensayo general de la ceremonia de entrega de premios, con todos los demás galardonados con el Nobel.

La majestuosa ceremonia de los Nobel se celebrará el viernes por la tarde en la Sala de Conciertos de Estocolmo, y estará seguida por un banquete preparado por chefs suecos y por un baile.

Fuente:

http://entretenimiento.latam.msn.com/xl/personajes/articulo_afp.aspx?cp-documentid=26689586