Chile: el drama oculto de las cárceles

"Cárcel en Chile"

El sistema carcelario de Chile fue puesto en jaque nuevamente el martes por un intento de motín en una cárcel de Antofagasta, en el norte del país, que concluyó con un saldo de catorce presos y seis guardias heridos.

El incidente, que fue controlado por la Gendarmería, fue el último en una serie de disturbios y huelgas que se han llevado a cabo en prisiones del país en las últimas dos semanas.

Las acciones se producen en protesta por el incendio que el 8 de diciembre causó la muerte de 81 reclusos en la cárcel de San Miguel, en la capital chilena, Santiago.

Además de los disturbios que han ocurrido en diferentes penales del país, la Gendarmería (que se encarga de la administración y la seguridad de las prisiones) le confirmó a BBC Mundo que al menos 2.000 presos comenzaron una huelga de hambre en señal de protesta, aunque algunos ya depusieron la medida.

Según el presidente de Amnistía Internacional en Chile, Hernán Vergara, los reos realizan estas acciones para llamar la atención pública y así "hacer visibles" los graves problemas que tiene el sistema carcelario chileno.

El principal reclamo tiene que ver con el hacinamiento. La prisión que se incendió tenía capacidad para 700 reclusos, pero allí residían 1.900 internados.

El caso de la cárcel de San Miguel no es una excepción: se estima que Chile tiene una población penal de unas 54.000 personas, mientras que sólo tiene lugar para albergar a 34.000.

Vergara le dijo a BBC Mundo que ese déficit es uno de lo más graves de la región y pone a Chile en una situación semejante a la de Brasil, Colombia y México, los países con mayor siperpoblación carcelaria de América Latina.

¿Por qué tantos presos?

Liza Zúniga, investigadora del Programa de Seguridad de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales de Chile (Flacso), afirmó que el problema del hacinamiento en las cárceles chilenas tiene que ver con la política criminal del país, que "privilegia la privación de la libertad" como forma de castigar el delito.

"Chile tiene la tasa más alta de presos por habitante de América Latina", apuntó.

Según el Instituto Latinoamericano de Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente (ILANUD), el país cuenta 318 presos por cada 100.000 habitantes.

A diferencia de otras naciones de la región, en los que la población carcelaria es engrosada por el alto número de internos que cumplen prisión preventiva, en Chile sólo un cuarto del total de los presos está detenido a la espera de una sentencia.

Para Zúniga, esto demuestra que en el país hay demasiados crímenes que son castigados con penas de prisión.

"La única solución al hacinamiento es que se amplíe el catálogo de penas alternativas a la cárcel, como los trabajos comunitarios, la prisión domiciliaria o el uso de brazaletes electrónicos", le dijo a BBC Mundo.

A largo plazo

Para la experta, las protestas carcelarias como los disturbios y las huelgas de hambre acelerarán los plazos para que el gobierno de Sebastián Piñera dé una solución a la crisis penitenciaria.

En el período posterior al incendio en la cárcel de San Miguel, el mandatario prometió mejorar "las condiciones de las cárceles" pero ratificó su política de "tolerancia cero" contra la delincuencia.

Según Vergara, existe una dicotomía entre "querer resolver el problema humanitario de las prisiones pero sin que esto provoque un aumento de la inseguridad pública".

El temor a dar una imagen blanda ante la criminalidad hace que las autoridades "no tengan respuesta" al problema carcelario, afirmó el experto.

¿Más protestas?

El representante de Amnistía Internacional advirtió que esta situación de parálisis podría agravar las demandas de la población carcelaria y llevar a un aumento de los disturbios en las prisiones.

Sin embargo, el portavoz de la Gendarmería, Max Laulié, descartó que las protestas seguirán propagándose.

"Los desórdenes son algo temporal que se dan por causas puntuales", le dijo Laulié a BBC Mundo.

Según este vocero, la mayoría de las protestas no son contra la situación de hacinamiento, sino que buscan una ampliación de los beneficios carcelarios, como el régimen de visitas o el acceso a alimentos traídos por los familiares.

Laulié añadió que la Gendarmería ha avanzado en algunas de las propuestas presentadas por el gobierno de Piñera para mejorar la situación en los penales, como la distribución de colchones a todos los presos.

Sin embargo, Zúniga le aseguró a BBC Mundo que el envío de colchones se ha visto dificultado por el hecho de que en muchas cárceles no hay suficiente espacio para acomodarlos.