Nadie frena depredación de algas en el sur de la Reserva Nacional de Paracas
Extractores entran con camiones de gran capacidad y no respetan la ley. Dirección Regional de Producción dice que no cuenta con apoyo para vigilancia.Por: José Rosales Vargas
En noviembre del 2008 una campaña de El Comercio advirtió sobre una actividad que depredaba la flora iqueña: extractores ilegales arrancaban con barretas, segadoras y machetes las algas de diversas playas de Pisco, Ica, Nasca, Palpa e incluso de la Reserva Nacional de Paracas. En diciembre de ese año el Ministerio de la Producción (Produce) impidió esta actividad mediante una veda y se iniciaron operaciones de decomiso. Para enero del 2010 muchas especies de algas habían reaparecido y comenzado a recuperarse.
Sin embargo, desde setiembre pasado, estos depredadores retornaron. Debido a un recorte de presupuesto en Produce, las operaciones de control dejaron de realizarse y la vigilancia desapareció.
Desde hace dos semanas esta situación ha empeorado en las playas de la Reserva Nacional de Paracas. Allí los extractores han llegado con camiones de mayor capacidad de carga que ingresan sin respetar ningún control policial.
Las zonas donde se extrae con mayor intensidad están en las playas Barlovento, El Negro y Antana. Las dos primeras se ubican en el límite sur de la reserva. De esta forma, la actividad ilegal no solo infringe la Resolución Ministerial 264-2009 de Produce, en la cual se prohíbe la extracción de algas en todo el litoral peruano, sino que además se realiza en un área natural protegida.
De acuerdo con la mencionada disposición, el único tipo de acopio de algas es mediante el recojo y colecta de las especies varadas por el mar, los cuales también deben contar con una autorización.
ILEGALIDAD EN DETALLE
Según las denuncias de pescadores artesanales y de pesca deportiva que frecuentan estas playas, los depredadores llegan en cuadrillas de seis personas y cargan las algas hasta la playa Antana, ubicada fuera de la reserva.
Las acusaciones sostienen que son los mismos que atacaron el litoral iqueño hace dos años. Además se ha reanudado el uso del chinchorro mecanizado. Este sistema de pesca consiste en ingresar unos 500 metros mar adentro con una lancha, tender una red de unos 300 metros de extensión y jalarla desde la orilla con camionetas. Con ello arrasan la flora marina, además de corvinas y lenguados.
DELITOS AMBIENTALES
El nuevo director regional de Producción, Alberto Jordán, confirmó que su entidad no cuenta con los medios logísticos para la vigilancia. “Se está tramitando nuevamente con el despacho ministerial para que se reactive el presupuesto y se asigne una camioneta para reanudar los controles”, indicó.
El biólogo David Orosco, de la Reserva Nacional de Paracas, confirmó que estas actividades son delitos ambientales, pero que no cuentan con suficientes puestos de control en el sur de la reserva. Resaltó que se capacita a pescadores artesanales para que colaboren en labores de vigilancia. Mientras tanto, esta depredación continúa en aumento.
EN PUNTOS
1. Tras procesar las algas, estas se usan como materia prima para la industria alimenticia (preservantes), farmacéutica (fitohormonas), agrícola (bioestimulantes) y cosmética (champús).
2. Unos 25 pescadores son evaluados para que sean guardaparques voluntarios de esta reserva.
Fuente:
http://elcomercio.pe/peru/669780/noticia-nadie-frena-depredacion-algas-sur-reserva-nacional-paracas_1
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