Un barco en La Habana el 25 de marzo de 2010.

La muerte de un empresario chileno en La Habana dejó ver la punta del iceberg en un escándalo de corrupción en Cuba que toca a altos funcionarios cubanos y ejecutivos chilenos, en tanto el gobierno se muestra dispuesto a librar la mayor batida contra la ilegalidad en décadas.

El gobierno del presidente Raúl Castro confirmó el viernes que Roberto Baudrand, de 59 años y gerente de la empresa de alimentos Río Zaza, murió por una insuficiencia respiratoria aguda combinada con el consumo de fármacos y alcohol, en plena investigación por supuesta corrupción de la compañía.

"Dicha afección respiratoria ha sido asociada con la presencia de fármacos en el contenido gástrico del fallecido, combinada con una concentración de alcohol etílico en sangre", explicó el gobierno en el diario oficial Granma.

Cuba señaló que continúan las diligencias para aclarar el deceso y que están en curso "una verificación fiscal, una auditoría y otras investigaciones" en Río Zaza a fin de esclarecer "la presunta comisión de irregularidades".

En la investigación "están implicados un grupo de directivos chilenos que abandonaron el país o no se presentaron al inicio del proceso", indicó la nota, según la cual las autoridades pidieron a Baudrand no salir de la isla mientras duraran las indagaciones.

La empresa, que facturaba 100 millones de dólares al año, es propiedad mixta del gobierno cubano y el empresario chileno Max Marambio, amigo de Fidel Castro, ex escolta del presidente socialista Salvador Allende y principal financiador de la campaña del candidato independiente Marco Enríquez Ominami para las elecciones de Chile en diciembre.

Las autoridades cubanas, a las que el gobierno derechista de Sebastián Piñera pidió el miércoles una "exhaustiva investigación" de los hechos, dijeron mantener "comunicación y colaboración" con las de Chile en torno al caso.

Aunque la nota oficial no menciona una implicación de funcionarios cubanos, la investigación abarcaría a una agencia de turismo -propiedad mixta entre Cuba y un hermano de Marambio- y a la aerolínea Cubana de Aviación, entre otras entidades cubanas, según versiones no oficiales que circulan en La Habana.

Al señalar que Baudrand, a quien la Fiscalía había interrogado en al menos dos ocasiones, no enfrentaba cargos, el canciller chileno Alfredo Moreno reveló que existen varios cubanos detenidos.

La indagación forma parte de la mayor ofensiva de fiscalización de las últimas décadas, sobre todo a niveles altos de las empresas, encabezada por la Contraloría General, de amplias facultades y subordinada al presidente Raúl Castro, según anunció el gobierno.

Miles de auditores tomarán por sorpresa, a partir del próximo lunes, 750 empresas en un proceso que llevará un mes, a fin de detectar todo tipo de irregularidades ante recurrentes denuncias de malversación, robo, favoritismos, tráfico de influencias, derroche y negligencias.

En este contexto, Raúl Castro tomó juramento este viernes al nuevo fiscal general de Cuba, general Darío Delgado.

En momentos en que el país atraviesa por una dura crisis económica -no exenta de malestar popular- y se debate el excesivo control estatal sobre la economía, el gobierno y académicos reconocen que la extendida corrupción, representa el mayor peligro, mucho más que la oposición, para la estabilidad del sistema socialista.

Desde que asumió el mando hace cuatro años luego de que su hermano Fidel enfermó, Raúl Castro lleva a cabo una reestructuración del aparato estatal, con trasfondo político y económico, que incluye destituciones y remociones.

Fuente:

http://noticias.latam.msn.com/pe/internacional/articulo_afp.aspx?cp-documentid=23903472