9 ago 2010
Ponen fin a protesta contra exportación de gas Perú
Ponen fin a protesta contra exportación de gas Perú
LIMA (Reuters) - Pobladores de una zona andina de Perú pusieron punto final el lunes a una protesta de más de una semana contra la exportación de gas, tras la promesa del Gobierno de construir una planta gasífera y rebajar los precios del combustible. Pobladores de La Convención, a 460 kilómetros al sur de Lima, habían suspendido temporalmente el domingo la protesta durante la cual sabotearon instalaciones de un importante gasoducto y tomaron por unas horas como rehenes a dos guardias de seguridad del ducto. El gas transportado por el ducto nunca dejó de fluir. "Acabo de conversar con el alcalde (de La Convención, Marco) Chalco y me acaba de ratificar que ha decidido suspender definitivamente su medida de fuerza", dijo el primer ministro Javier Velásquez desde la zona de conflicto, a donde viajó para sostener reuniones con los dirigentes del paro. "En ese sentido estamos disponiendo el repliegue de las fuerzas policiales y las fuerzas armadas", agregó. La protesta amenazaba con empañar el último año de Gobierno del segundo mandato del presidente Alan García, que ya ha sido golpeado por algunos brotes de violencia en torno a la explotación de la riqueza natural del país sudamericano. Perú es uno de los mayores proveedores de metales del mundo y su creciente sector energético se ha convertido en un imán para importantes petroleras, como la brasileña Petrobras y la española Repsol-YPF. Los manifestantes de La Convención en la región andina de Cusco temen que la recién iniciada exportación del gas produzca un desabastecimiento en el mercado local. Pero el Gobierno afirma que la protesta, que se extendió a algunas zonas aledañas, tiene un trasfondo político de cara a las elecciones regionales de octubre, un barómetro clave para el comicio presidencial del 2011. "En el país hay reservas de gas suficientes para cubrir toda la demanda interna", remarcó Velásquez a los pobladores. El Gobierno ha afirmado que Perú cuenta con reservas de gas por hasta 18,5 TCF (billones de pies cúbicos), lo que según el presidente García -un ferviente promotor de la inversión extranjera- es suficiente para exportar y abastecer el mercado interno por unos 20 años. Velásquez afirmó también que el Gobierno aprobará el martes un decreto supremo que levanta la "medida de emergencia" en Cusco, la cual daba más poder a las fuerzas del orden para velar por la seguridad en la zona de protesta. CALMANDO LOS ANIMOS En un esfuerzo por sofocar la protesta, el primer ministro realizó durante el lunes un periplo por las localidades andinas afectadas por las protestas. Allí, Velásquez prometió la construcción de una planta de fraccionamiento de gas y una rebaja del precio del balón de gas de uso doméstico, a niveles de la ciudad de Lima en donde se produce y envasa el combustible. El balón de gas costará ahora unos 34 soles (cerca de 12 dólares) en Cusco, desde los casi 60 soles actuales. El primer ministro también aseguró que un planeado ducto que llevará el gas desde los ricos campos de Camisea -en el sur de la nación- hasta la costa no afectará la reserva de vida y fauna silvestre Megantoni, como temen los pobladores. "Ni un ducto ni una obra, por importante que sea, se puede hacer si no se respeta esa reserva natural, ese santuario del Perú profundo", afirmó. El tema de la exportación de gas no fue abordado en los encuentros que sostuvo Velásquez con los líderes locales. El alcalde de la provincia de La Convención detalló que la planta de fraccionamiento prometida será financiada por el Gobierno regional y central y que su demanda en contra de la exportación de gas será abordada por el Congreso. "Ojalá que esto se viabilice lo más antes posible", dijo Chalco a la radioemisora local CPN. La protesta había amenazado el transporte de gas para importantes generadoras de energía y que son responsables de una tercera parte del suministro eléctrico del país. El año pasado, protestas contra la explotación de recursos naturales dejaron más de 30 policías e indígenas muertos. El país sudamericano inauguró en junio la primera planta de licuefacción de gas natural de Sudamérica, desde la cual Repsol-YPF exporta el combustible hacia Norteamérica y Europa. En esa instalación de gas natural licuado también participan la estadounidense Hunt Oil, la argentina Pluspetrol, la surcoreana SK Energy y la japonesa Marubeni. (Reporte de Patricia Vélez. Colaboración de Teresa Céspedes, Editado por Mónica Vargas)
LIMA (Reuters) - Pobladores de una zona andina de Perú pusieron punto final el lunes a una protesta de más de una semana contra la exportación de gas, tras la promesa del Gobierno de construir una planta gasífera y rebajar los precios del combustible. Pobladores de La Convención, a 460 kilómetros al sur de Lima, habían suspendido temporalmente el domingo la protesta durante la cual sabotearon instalaciones de un importante gasoducto y tomaron por unas horas como rehenes a dos guardias de seguridad del ducto. El gas transportado por el ducto nunca dejó de fluir. "Acabo de conversar con el alcalde (de La Convención, Marco) Chalco y me acaba de ratificar que ha decidido suspender definitivamente su medida de fuerza", dijo el primer ministro Javier Velásquez desde la zona de conflicto, a donde viajó para sostener reuniones con los dirigentes del paro. "En ese sentido estamos disponiendo el repliegue de las fuerzas policiales y las fuerzas armadas", agregó. La protesta amenazaba con empañar el último año de Gobierno del segundo mandato del presidente Alan García, que ya ha sido golpeado por algunos brotes de violencia en torno a la explotación de la riqueza natural del país sudamericano. Perú es uno de los mayores proveedores de metales del mundo y su creciente sector energético se ha convertido en un imán para importantes petroleras, como la brasileña Petrobras y la española Repsol-YPF. Los manifestantes de La Convención en la región andina de Cusco temen que la recién iniciada exportación del gas produzca un desabastecimiento en el mercado local. Pero el Gobierno afirma que la protesta, que se extendió a algunas zonas aledañas, tiene un trasfondo político de cara a las elecciones regionales de octubre, un barómetro clave para el comicio presidencial del 2011. "En el país hay reservas de gas suficientes para cubrir toda la demanda interna", remarcó Velásquez a los pobladores. El Gobierno ha afirmado que Perú cuenta con reservas de gas por hasta 18,5 TCF (billones de pies cúbicos), lo que según el presidente García -un ferviente promotor de la inversión extranjera- es suficiente para exportar y abastecer el mercado interno por unos 20 años. Velásquez afirmó también que el Gobierno aprobará el martes un decreto supremo que levanta la "medida de emergencia" en Cusco, la cual daba más poder a las fuerzas del orden para velar por la seguridad en la zona de protesta. CALMANDO LOS ANIMOS En un esfuerzo por sofocar la protesta, el primer ministro realizó durante el lunes un periplo por las localidades andinas afectadas por las protestas. Allí, Velásquez prometió la construcción de una planta de fraccionamiento de gas y una rebaja del precio del balón de gas de uso doméstico, a niveles de la ciudad de Lima en donde se produce y envasa el combustible. El balón de gas costará ahora unos 34 soles (cerca de 12 dólares) en Cusco, desde los casi 60 soles actuales. El primer ministro también aseguró que un planeado ducto que llevará el gas desde los ricos campos de Camisea -en el sur de la nación- hasta la costa no afectará la reserva de vida y fauna silvestre Megantoni, como temen los pobladores. "Ni un ducto ni una obra, por importante que sea, se puede hacer si no se respeta esa reserva natural, ese santuario del Perú profundo", afirmó. El tema de la exportación de gas no fue abordado en los encuentros que sostuvo Velásquez con los líderes locales. El alcalde de la provincia de La Convención detalló que la planta de fraccionamiento prometida será financiada por el Gobierno regional y central y que su demanda en contra de la exportación de gas será abordada por el Congreso. "Ojalá que esto se viabilice lo más antes posible", dijo Chalco a la radioemisora local CPN. La protesta había amenazado el transporte de gas para importantes generadoras de energía y que son responsables de una tercera parte del suministro eléctrico del país. El año pasado, protestas contra la explotación de recursos naturales dejaron más de 30 policías e indígenas muertos. El país sudamericano inauguró en junio la primera planta de licuefacción de gas natural de Sudamérica, desde la cual Repsol-YPF exporta el combustible hacia Norteamérica y Europa. En esa instalación de gas natural licuado también participan la estadounidense Hunt Oil, la argentina Pluspetrol, la surcoreana SK Energy y la japonesa Marubeni. (Reporte de Patricia Vélez. Colaboración de Teresa Céspedes, Editado por Mónica Vargas)
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