Mujeres copulando con animales o con esqueletos, actos de sodomía, masturbación: una asombrosa colección de cerámicas Mochicas, que datan de hace unos 1.500 años, viajaron a París para una exposición sobre "sexo, muerte y sacrificio" en esta misteriosa civilización del antiguo Perú.

A través de un centenar de piezas arqueológicas, la exposición en el museo del Quai Branly, que abre sus puertas el martes, hasta el 23 de mayo, ilustra "la relación entre las prácticas sexuales, la muerte, el sacrificio y el poder en la cultura Moche o Mochica", destacó Steve Bourget, comisario de la muestra.

Pese a la poderosa sexualidad de las piezas, Bourget --un arqueólogo que ha realizado importantes hallazgos en la región donde prosperó la cultura Mochica, en la costa norte del Perú--, aclaró que las obras no tienen "ninguna carga erótica", y que las figuras copulando o masturbándose, no reflejan placer.

"Su función es netamente religiosa", explicó Bourget a la AFP, durante un recorrido de la muestra, que es la primera en Europa consagrada a esta civilización que prosperó entre el siglo I al VIII de nuestra era.

La iconografía de las cerámicas es impresionante, por las posiciones sexuales y la dimensión desproporcionada de los órganos genitales femeninos y masculinos, algunos de ellos antropomorfos.

Una de las cerámicas presenta a un hombre acostado sobre la espalda y a la mujer sentada sobre él, otra revela dos pequeños personajes de barro copulando, y otra a un hombre sentado sobre un trono exhibiendo un falo gigantesco y levantando el puño.

"Pero no son escenas de erotismo como las del Kamasutra o de los templos de Khajuraho, en India, que son una total celebración al placer sexual", dijo a la AFP Anne-Christine Taylor, experta del Museo del Quai Branly creado para las artes de los pueblos originarios de Asia, África, Oceanía y América.

"Estas escenas están asociadas a ritos funerarios, al mundo de los muertos. Todas las piezas expuestas aquí fueron halladas en tumbas", precisó Taylor, quien es la otra comisaria de la exposición.

"No nos permiten conocer la actitud de los Mochicas hacia la sexualidad y la reproducción 'normal', porque su papel es religioso, y político", subrayó.

La mayoría de las obras provienen del museo Rafael Larco Herrera, fundado en Lima por el coleccionista peruano de ese nombre, y respaldan la teoría de Bourget --uno de los mejores especialistas de esta civilización--, según quien la sociedad Mochica fue "quizá la primera (en la región) que alcanzó el nivel de complejidad social de un Estado".

Esta cerámica sexual "expresa aspectos funerarios y de sacrificio, vinculados con el sistema político, y no tiene que ver con el mundo de la emoción", subrayó el arqueólogo canadiense. "Es la expresión de una sociedad muy poderosa", añadió.

"Aunque no conocieron la escritura, los Mochicas desviaron ríos para construir canales y construyeron ciudades dotadas de edificios monumentales, con barrios reservados a la elite en el poder, con centros especializados en cerámica, metales, en la producción de tejidos, y con numerosos cementerios", dijo.

"Era una sociedad estratificada. El inframundo se superponía a un segundo, vinculado a las ancestros o a las divinidades. Y la iconografía sexual de la cerámica tiene un importante papel en este sistema de poder", recalcó.

El director del museo del Quai Branly, Stéphane Martin, recordó que la iniciativa de consagrar una gran exposición a la cultura Mochica en París nació tras un encuentro casual con Bourget en Santiago de Chile, en un museo donde exponían cerámicas eróticas Mochicas, que han sido objeto desde comienzos del siglo XX de un tráfico muy lucrativo.

"Este año será el año Mochica", vaticinó Taylor, que anunció que el museo dedicará el año venidero una gran exposición a los Mayas de Guatemala.

Fuente:

http://noticias.latam.msn.com/pe/peru/articulo_afp.aspx?cp-documentid=23598810