Sebastian Piñera (D) recibe la banda presidencial del presidente  del Senado de Chile Jorge Pizarro (C), junto a la saliente mandataria  Michelle Bachelet en el Congreso en Valparaíso el 11 de marzo de 2010.

Sebastian Piñera (D) recibe la banda presidencial del presidente del Senado de Chile Jorge Pizarro (C), junto a la saliente mandataria Michelle Bachelet en el Congreso en Valparaíso el 11 de marzo de 2010.

Sebastián Piñera juró como nuevo presidente de Chile este jueves en reemplazo de Michelle Bachelet, en una tensa ceremonia en la sede del Congreso precedida por tres sismos y una alerta de tsunami que obligó a la evacuación de la sede parlamentaria apenas terminó el acto de posesión.

Frente a decenas de personalidades extranjeras, invitados y parlamentarios -varios de ellos visiblemente asustados por los sismos-, Piñera, de 60 años, juró ante el nuevo presidente del Congreso, el opositor Jorge Pizarro.

"Sí juro", dijo Piñera respondiendo a la fórmula en que Pizarro le pidió respetar la Constitución.

Tras la ceremonia, el mandatario hizo el paseo tradicional de los mandatarios a bordo de un Ford Galaxy descubierto de color negro, donde saludó a las personas apostadas a lo largo de la vía, en una situación un tanto extraña porque muchas personas en el mismo momento usaban la misma avenida para evacuar hacia las zonas altas de esta ciudad, ubicada 120 km al oeste de Santiago.

La última media hora antes de la posesión de Piñera fue de zozobra para quienes esperaban en el Congreso la llegada de la presidenta saliente y del entrante, pues la sede fue sacudida por un sismo de 7,2 de magnitud de momento, según el instituto sismológico de Estados Unidos, que ubicó el centro del movimiento 144 kilómetros al sur de Valparaíso.

Luego siguieron otras dos réplicas menos fuertes que la primera (magnitud 6,9 y 6), y en el momento en que Piñera pisaba la alfombra roja entrando al Congreso, en Santiago, la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) emitía una alerta de tsunami para más de 400 kilómetros de litoral, incluyendo Valparaíso.

Por esa razón, apenas terminó la juramentación de Piñera, el Congreso comenzó a ser fue evacuado, según comprobó la AFP.

Mientras por altavoz se pedía la evacuación, miembros de la policía pidieron a los periodistas que seguían la ceremonia evacuar "de forma urgente".

Luego el mandatario recién posesionado viajó a Rancagua (80 km al sur de Santiago y epicentro del sismo) donde comprobó que hubo susto, cortes de luz y daños menores, pero no víctimas.

Sin necesidad de esta cuota de drama, ya se había previsto que la ceremonia fuera austera, debido a la situación de calamidad pública que atraviesa el país tras el sismo y el tsunami que azotaron Chile el 27 de febrero, y que obligan al presidente entrante a asumir la reconstrucción del país.

Como un símbolo de su compromiso con la causa, Piñera viajó este mismo jueves también a la devastada ciudad de Constitución, una de las más afectadas por el tsunami, donde firmó decretos de emergencia que permitan acelerar la reconstrucción.

Allí anunció, como primer acto de gobierno, un bono de 40.000 pesos (unos 80 dólares) para cada hijo en sectores humildes, lo que beneficia a unas 4,2 millones de familias.

"No seremos el gobierno del terremoto, sino el gobierno de la reconstrucción", ha dicho Piñera, un mensaje que reiteró la noche de este jueves cuando dio su primer mensaje desde el balcón del Palacio presidencial de La Moneda y dijo que Chile será reconstruido "piedra por piedra y ladrillo por ladrillo".

Su primer mensaje pretendió insuflar en la población el sentido de recuperación, de salir adelante tras la tragedia.

El de Piñera es el primer gobierno de derecha desde el final de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). En los veinte años que han pasado ha gobernado sin interrupción la Concertación, una coalición de cuatro partidos de centro-izquierda.

Uno de los grandes desafíos para el nuevo mandatario será reemplazar a Bachelet, que deja la vara muy alta: sale del poder con 84% de popularidad gracias a los grandes proyectos sociales que instauró en el país y a un carisma que ha hecho que se le perdonen sus errores, incluyendo la reacción tardía del sismo.

Fuente:

http://noticias.latam.msn.com/pe/internacional/articulo_afp.aspx?cp-documentid=23626286