El ex presidente de Argentina y nuevo presidente del bloque Unasur, Néstor Kirchner (C), en la toma de posesión del nuevo gobierno uruguayo, en Montevideo el 1 de marzo de 2010.

Los gobernantes de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) consagraron este martes al ex presidente argentino Néstor Kirchner, un peronista socialdemócrata, como su primer jefe político, en una Cumbre que condenó la política migratoria en Arizona.

"Estoy convencido de que se requiere una persona de tiempo completo, de muy alto nivel para ejecutar la integración de nuestra América", dijo el presidente de Ecuador y presidente protémpore de la Unasur, Rafael Correa, en el auditorio del hotel donde sesiona la cumbre y donde le tomó juramento a Kirchner, a 70 km al norte de Buenos Aires.

A la nueva cara política de Unasur, marido de la presidenta Cristina Kirchner, diputado y líder del gobernante partido peronista, le encomendaron de inmediato una primera labor, la de coordinar con los ministros de Hacienda la ayuda comprometida a Haití, de 100 millones de dólares.

"Lo bueno sería que cada presidente vuelva a su país y le pida a su ministro de Economía que regularice el envío de dinero a Haití", dijo en el plenario el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, sobre el país caribeño devastado por un terremoto con más de 220.000 víctimas.

En el comienzo de una nueva etapa de consolidación del bloque de 12 naciones del Cono Sur, los presidentes y cancilleres rechazaron la criminalización de los migrantes en el estado norteamericano de Arizona por incitar al odio racial, donde viven unos 460.000 indocumentados, según cifras oficiales.

La Cumbre rechazó en una declaración la norma "que permite la posibilidad de detener a las personas, de manera discrecional por consideraciones raciales, étnicas, fenotipo, lenguaje y estatus migratorio, mediante el concepto cuestionable de 'duda razonable'", lo que implica "la criminalización de los migrantes".

Pero los mandatarios reconocieron "la importancia de las expresiones de rechazo manifestadas por el propio Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica Barak Obama, otros países, así como el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza".

La designación de Kirchner, a quien la Cumbre le cayó como anillo al dedo para potenciar su eventual candidatura presidencial en 2011, antes tuvo que sortear, sin embargo, la resistencia que ejercía Uruguay, a raíz del malestar que reina desde hace tres años y medio un conflicto bilateral ambiental.

El presidente de Uruguay, José Mujica, admitió en el debate que le costaba dar este paso de dar luz verde a Kirchner, pero dijo haber decidido "acompañar el consenso de los presidentes de América Latina (...) porque aspiramos a progresar en el conjunto de los pueblos del continente".

Por su parte, el presidente paraguayo Fernando Lugo aseguró que "no le será nada fácil al amigo Kirchner esta tarea de aglutinarnos sobre principios fundantes de la unidad de pueblos diversos en su cultura".

Más afín con las ideas estatistas de Kirchner, el presidente de Bolivia, Evo Morales, lo consideró como una suerte de "primer presidente de Sudamérica" y advirtió que "después de 200 años nos damos cuenta de que era importante unirnos".

En otra señal de apoyo desde un enfoque político distinto, ligado al liberalismo, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, afirmó que la elección de Kirchner es una prenda de unidad y exhortó a "revitalizar nuestras democracias, derrotar el subdesarrollo y superar la pobreza".

Pero el visto bueno crucial lo dio el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, al afirmar que Kirchner representa "una etapa más de consolidación de la Unasur (...), tiene experiencia y conoce las diferencias políticas e ideológicas que tenemos en el continente".

Entre los pronunciamientos más fuertes de la Cumbre, figuró después el respaldo a los derechos argentinos en la disputa de soberanía con el Reino Unido sobre las Islas Malvinas y el rechazó las exploraciones petrolíferas británicas en el Atlántico Sur.

En otra declaración, manifestaron su solidaridad con el gobierno de Paraguay en su lucha contra la violencia criminal en cinco departamentos del norte del país, "dentro del respeto por los derechos humanos y valores democráticos", ante acciones del narcotráfico y un presunto grupo insurgente.

Fuente:

http://noticias.latam.msn.com/pe/internacional/articulo_afp.aspx?cp-documentid=24127206