Foto tomada el 15 de junio de 2006 de una llama hecha de piedras en  una pared en el sitio arqueológico de Choquequirao, en los Andes  peruanos. Cientos de comuneros del sudeste andino de Perú recordaron en  medio de danzas y cánticos la ancestral fiesta del "Chaccu" en  la que esquilan la lana de la vicuña, un camélido que, al igual que el  guanaco, se encuentra en peligro por la caza furtiva.

Foto tomada el 15 de junio de 2006 de una llama hecha de piedras en una pared en el sitio arqueológico de Choquequirao, en los Andes peruanos. Cientos de comuneros del sudeste andino de Perú recordaron en medio de danzas y cánticos la ancestral fiesta del "Chaccu" en la que esquilan la lana de la vicuña, un camélido que, al igual que el guanaco, se encuentra en peligro por la caza furtiva.

La vicuña y el guanaco habitan en estado silvestre, a diferencia de otros camélidos sudamericanos que están domesticados.

La primera de ellas posee una fibra de alta calidad y muy apreciada por la alta costura peruana y europea, por lo que se convierte en un imán para los cazadores ilegales.

La fibra en bruto, es decir sin procesar, está valorizada en 420 dólares el kilo y la del guanaco en 160 dólares, según el ministerio de Agricultura.

La vicuña -símbolo que figura en el Escudo de Perú y representa al reino animal- pesa entre 40 a 50 kilos, es de color marrón claro rojizo en el lomo y blanco en la zona ventral, con un mechón en la parte delantera.

Pese a la acción de las comunidades y al despliegue de guardaparques, cada vez crece la presencia de cazadores, dijo Francisco Palomino, viceministro de Agricultura.

"Los cazadores tienen camionetas todo terreno, mejores armas que la policía, venden la fibra de vicuña en el mercado negro a 300 dólares el kilo, pero al guanaco lo matan por deporte", reveló un funcionario estatal que pidió el anonimato.

En abril mataron a 150 vicuñas en la región Ayacucho (sureste) que cuenta con unas 70.000 de una población total de 200.000 en Perú.

Wilder Mitta, presidente de la comunidad de Ocaña, la más afectada por la matanza, dijo que "mataron a las crías, hembras y machos adultos, para quitarles la fibra y el resto del cuerpo lo dejaron tirado".

"Este animal es la alternativa de vida de cientos de familias ayacuchanas de salir de la pobreza vendiendo la lana", dijo a la AFP José Sarmiento, presidente de la comunidad campesina de Lucanas, con más de 15.000 vicuñas.

Doce asociaciones de Lucanas y 100 empresas privadas han formado un consorcio llamado "Vicuña-Perú" para fortalecer acciones de control y vigilancia contra los cazadores ilegales.

El fin de semana en esa comunidad se celebró como todos los años la fiesta del Chaccu -palabra quechua que significa zona o corral de cacería- que representa el pedido a la Pachamama (madre tierra) y a los Apus (dioses protectores de las montañas) para que, mediante una ofrenda de lana de vicuña, garantice la fertilidad de la tierra.

La fiesta se realizó en Pampa Galeras, principal centro de conservación de la vicuña, donde 600 ejemplares fueron sometidos a esquila.

El Chaccu es la recreación de una técnica ancestral en que se forma un cordón humano para arrear a las vicuñas en medio de cánticos y gritos hacia una zona denominada "la trampa", donde las esquilan.

"Gracias a la venta de la fibra, Lucanas genera empleos, invierte en construcción de centros de salud, aulas para escolares y locales comunales", explicó Sarmiento.

El método sirve también para identificar a las crías, conocer su salud, su repoblamiento y registrar la población existente.

En tanto, el guanaco, considerado el "patito feo" de los camélidos, está en vías de extinción por la caza ilegal y la destrucción de su hábitat debido a la contaminación minera. Su población apenas llega a 3.800, según el último censo de 1996.

El guanaco peruano (Lama guanicoe cacsilensis) pesa unos 120 kilos, vive en pequeñas manadas y cada vez más huye a lugares de difícil acceso asustado por los cazadores.

"Si no se toman medidas urgentes para proteger a este animal, en pocos años se habrá extinguido del país", dijeron especialistas de la estatal Dirección Forestal de Flora y Fauna.

Fuente:

http://salud.latam.msn.com/xl/latinoamerica/articulo_afp.aspx?cp-documentid=24680311