LIMA (Reuters) - Desconocidos atacaron y quemaron el fin de semana el campamento de un proyecto minero de la firma china Zijin Mining en el norte de Perú, dejando dos personas muertas y otras dos desaparecidas, en otro hecho que denota los conflictos que afronta el sector minero del país.

Perú es un importante exportador mundial de metales, por lo que la minería es uno de los pilares de su economía.

Sin embargo, las labores de explotación de la riqueza natural de la nación andina suelen despertar un fuerte rechazo entre las comunidades cercanas a los proyectos, que temen afecten el medio ambiente y demandan una mayor tajada de las utilidades que generan esos proyectos.

Un reporte de la Defensoría del Pueblo precisó que, al 30 de septiembre, existen 288 conflictos sociales en Perú, de los cuales 132 están relacionados con el mediambiente.

De ellos, 90 corresponden a la minería y 13 a los hidrocarburos.

A continuación, una lista de algunos proyectos que han enfrentado el rechazo de las comunidades cercanas a ellos:

* RIO BLANCO:

Una veintena de desconocidos fuertemente armados atacó y quemó en el fin de semana el campamento del proyecto minero de Rio Blanco Copper, de la china Zijin Mining y ubicado en Huancabamba, en la región de Piura, en el extremo norte del país.

El saldo es de dos vigilantes muertos y dos personas -trabajadoras para la empresa- desaparecidas.

Rio Blanco, cuyas reservas probadas y probables ascienden a 500 millones de toneladas de minerales con una ley del 0,63 por ciento de cobre, espera producir unos 200.000 toneladas de cobre y 2.000 toneladas de molibdeno anuales.

* TIA MARIA:

Pobladores protestaron la semana pasada por el desarrollo del proyecto Tía María de Southern Copper, una de las mayores productoras de cobre de Perú, en medio de temores a que afecte los recursos hídricos vitales para sus cultivos.

Tía María, cuyo desarrollo requiere de una inversión de 934 millones de dólares, es el proyecto más importante de Southern Copper en Perú, con el que la firma elevaría su producción en 120.000 toneladas anuales desde mediados del 2011.

* AZUCA:

El proyecto de plata Azuca, de la minera peruana que cotiza en Londres Hochschild ubicado en la frontera de Apurímac y Cusco, en el suroeste del país, fue tomado hace unas semanas por unas 300 personas que argumentan que su desarrollo contaminará las aguas de la zona.

La empresa afirma que no puede haber contaminación porque el proyecto está en fase de exploración. En la incursión desalojaron a 50 personas que operaban el campamento. Los manifestantes presionan a la compañía para ajercer minería informal en la zona, según Ares, operadora del proyecto.

* HUNT OIL:

Indígenas demandaron la semana pasada que la petrolera estadounidense Hunt Oil abandone sus labores de exploración en el la zona sur del bloque 76, ubicado en una zona virgen de la selva amazónica.

El bloque 76, en el que también realiza faenas de exploración la española Repsol-YPF, abarca una superficie de 3,5 millones de acres y aún está en la fase de estudios sísmicos.

* TAMBOGRANDE:

Campesinos de Tambogrande, en la región norteña de Piura, expulsaron en el 2003 a la canadiense Manhattan Minerals, que abandonó su proyecto de cobre y oro cuya inversión ascendía en ese entonces a 315 millones de dólares.

Los pobladores, quienes protestaron por meses, temían que la mina contaminara sus cultivos de limones y mangos, en uno de los principales valles frutícolas del país.

* CERRO QUILISH:

Yanacocha, una de las minas auríferas más grandes de Latinoamérica controlada por la estadounidense Newmont Mining, dejó de explorar hace algunos años su depósito Cerro Quilish en el norte peruano tras semanas de protestas de campesinos que temían que se contaminara el agua.

La minera peruana Buenaventura es socia de Newmont en Yanacocha, que tiene reservas calculadas en 3,7 millones de onzas del metal amarillo.

Yanacocha tiene planes de retomar el proyecto.

(Compilado por Patricia Vélez. Editado por Mónica Vargas)